Duermen, atienden, sonríen…Bienvenidos al laboratorio de la vida.
Vía https://instagram.com/culturainquieta/ y A. Eslava.
Rafa R. Olmo
Duermen, atienden, sonríen…Bienvenidos al laboratorio de la vida.
Vía https://instagram.com/culturainquieta/ y A. Eslava.
Rafa R. Olmo
Las estatuas lectoras tienen, desde hoy, una nueva hermana; se encuentra en Baeza, y le debo a Inma la fotografía. Aprovecho la ocasión para agradecerle públicamente el gesto.
Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía…
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!
Antonio Machado, Campos de Castilla, 1912
El día del libro es, también, el día de una ilusión, de un amor, un deseo cumplido, un amigo sin condiciones, un viaje en bus, un compañero ideal, un cómplice, una reivindicación, incluso una satisfacción. Para estos chicos y chicas fue, un amigo invisible. Momentos como este son los que me gustarían que se llevasen de mí, y que recuerden con sus compañeros que un día se le ocurrió al profesor hacer un amigo invisible del libro con una dedicatoria dentro. Con el tiempo, recordarán este momento y acudirán a su estanería a releer lo que su compañero le dedicó en la primera página del libro. Vosotros me regalasteis (además de un libro) un bonito día.
Homenaje a Clara Campoamor. Sevilla, Alfalfa, 2009.
… Gracias, Paco.