La torre de Babel

¿Quién no ha escuchado hablar de la torre de Babel? Babel evoca la metáfora bíblica por la que los hombres, demasiado ambiciosos, fueron castigados a la confusión por un Dios y, para ello, disparó al arma humana: su lengua.

Los humanos construían una torre en Babel con la que pretendían llegar al cielo. Dios, celoso, decidió impedir el progreso de la construcción. Para ello hizo que los hombres que, hasta ese momento, hablaban un mismo idioma no pudiesen seguir trabajando cambiándoles las lenguas y sembrando la desunión entre ellos. Lo que les obligó a dispersarse y agruparse según la afinidad lingüística que le había caído del cielo.

Ahí nació (atendiendo a concepciones teológicas o filosóficas) la ciencia que se encarga del estudio de las lenguas: la lingüística.

4 comentarios en “La torre de Babel

  1. Comenzando tu texto, acusando a los hombres de ambiciosos respecto al dios de los cristianos, dejas un rasto indudable de la existencia de algo superior a estos.

    El mundo inevitablemente es del hombre, inevitablemente… repito.

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  2. Me refiero a «Dios», sin especificar qué Dios. Aludo a la concepción bíblica, despojada de todo cientifismo. No es mi intención inmiscuirme en temáticas religiosas. Si queréis creer en la existencia de Dios, allá el que lo quiera; Si no queréis creer en la inexistencia de Dios, allá el que no quiera. La estela filosófica como ciencia de las cosas remotas -una de las «y pico» de definiciones posibles de filosofía- la dejo en tus manos. No obstante, tu última reflexión, «el mundo…», me parece profunda, vaga, no menos interesante por ello.

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  3. Tu respuesta a mi texto es notablemte agresivo. Pero me gusta… no obstante «profunda y vaga» es algo contradictorio, quizá sea «sesuda» porque se suda al escribir en el portátil.

    Un fuerte abrazo, ya que los amigos se cuentan con los dedos de un manco.

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